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Dispositivo automático de compresiones torácicas
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¿Qué dice la evidencia?
¿La evidencia demuestra el verdadero beneficio del dispositivo automático de compresiones torácicas (DACT) para víctimas con paro cardiaco?
Era una noche típica para Miguel con unos amigos en su departamento, ubicado en un tercer piso. No esperaba lo que pasaría después: él sufriría un paro cardiaco.
Cuando sucedió, sus amigos llamaron inmediatamente al 9-1-1. En unos minutos arribaron los Servicios de Emergencias Médicas (SEM), los paramédicos iniciaron Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) con las manos lo cual dificultaba la movilización de Miguel. Solo con apoyo mecánico se podría mantener la RCP ininterrumpida mientras se movilizaban del tercer piso a la ambulancia.
Afortunadamente el sistema local del SEM tiene la previsión de equipar a todas las unidades prehospitalarias con un DACT. Los paramédicos aplicaron el DACT y lo transportaron tres pisos hacia abajo por las escaleras. La intervención del DACT salva vidas durante el traslado al hospital.
El crédito es para los paramédicos por su pensamiento rápido, además de la planeación e inversión en tecnología por el sistema SEM. Miguel sobrevivió sin ningún déficit neurológico. Pero más allá de este caso aislado, ¿la evidencia demuestra si existe un beneficio real del DACT en pacientes con paro cardiaco a gran escala?¿Vale la pena la inversión?
La calidad de las compresiones cardiacas sigue siendo la parte integral de la resucitación en un paciente sin pulso, pero los profesionales de la salud frecuentemente interrumpen o comprometen la calidad de las compresiones. Esto se vuelve más relevante en el escenario prehospitalario, donde el personal es limitado y otros procedimientos críticos, como el manejo de la vía aérea, acceso intravenoso, administración de medicamentos y transporte pueden competir con la calidad de las compresiones. Además, la fatiga del proveedor ocurre frecuentemente antes del arribo al hospital.
En principio, un dispositivo que da compresiones torácicas automáticas reduce las interrupciones, asegura la frecuencia y profundidad apropiada, libera el espacio y al personal para realizar otras tareas. Pero ¿debe ser implementado universalmente? Una serie de preguntas deben ser contestadas antes de llegar a la conclusión.
¿El DACT es seguro y confiable?
Una de las cuestiones con el uso del dispositivo automático es el daño potencial al paciente. Se sabe que la RCP manual genera complicaciones como fractura de costillas y neumotórax. Pero no hay estudios que comparen la incidencia de estas complicaciones entre la RCP manual y la automática. Sin embargo, los sobrevivientes al paro cardiaco testifican que prefieren sobrevivir con una costilla rota, que morir sin lesiones.
Por otro lado, el DACT no está disponible para los pacientes con obesidad mórbida, debido a la amplitud de la circunferencia del tórax. Aunque los dispositivos estén clasificados por peso, los proveedores deben estar capacitados para entender los usos y limitaciones de los dispositivos antes de implementarlos. La confiabilidad es integral a la implementación del DACT.
Hay un caso notable reportado donde el DACT fue colocado en un paciente con hipotermia por ahogamiento por 5 horas y 20 minutos permitiendo la iniciación del bypass cardiopulmonar.
¿Cuándo debe ser usado el DACT?
Otra ventaja clara del uso de DACT es proveer periodos prolongados de compresiones cardiacas efectivas sin la fatiga del proveedor y así liberarlo para realizar otras acciones importantes.
Con el uso del DACT, las compresiones no se detienen cuando el paciente es transportado en camilla, dentro de la ambulancia o al arribo al hospital.
Un caso de estudio del 2011 documento un paciente con sospecha de hemorragia esplénica que fue inmediatamente al quirófano, donde cayó en paro.
Ahí le fue colocado un DACT por 40 minutos antes del ROSC (Retorno Espontáneo de la Circulación, por sus siglas en inglés), el cual permitió controlar el sangrado con una esplenectomía y su recuperación sin déficit neurológico.
El DACT, además de mantener la circulación en pacientes sin pulso por periodos extensos durante el traslado prehospitalario, al ser integrado en la comunidad del SEM y en la cadena de supervivencia, liberará a los primeros respondientes y personal del SEM para realizar otros procedimientos críticos, lo cual es sin duda benéfico.
Existe nueva evidencia que ha demostrado incrementos en los porcentajes de sobrevida y esta sugiere proporcionar compresiones torácicas mientras el paciente es movilizado en posición semi fowler.
¿El DACT impide la resucitación mientras se coloca o al estar en uso?
Instalar un DACT en un paciente invariablemente provoca una pausa en las compresiones torácicas manuales, pero en realidad este tiempo es mínimo, especialmente si es colocado por proveedores entrenados para instalarlo e integrarlo en la resucitación con un enfoque Pit Crew.
Un estudio sobre dispositivos de reanimación cardiaca, encontró que los proveedores colocan de forma segura el dispositivo, en menos de 60 segundos, como fue demostrado en una revista de emergencias médicas en el 2014. Ahí se reportó un caso en el que un paciente tuvo ROSC después de colocarle el dispositivo.
Con la evolución continua de nuevos dispositivos, análisis de ritmo y desfibrilación, será posible en un futuro aumentar la eficacia de la resucitación.
¿El DACT mejora los resultados del paciente?
Actualmente no hay muchos datos que apoyen que el uso del DACT aumente el ROSC en los pacientes con paro cardiaco prehospitalario. Esto a pesar de que el DACT ha mostrado un incremento en la media de la presión sistólica y diastólica en los pacientes, comparado con las compresiones torácicas manuales.
Un estudio aleatorio de 767 pacientes demostró que el uso del DACT retraso dos minutos la desfibrilación, y que la sobrevida en el grupo del DACT fue de 5.8%, comparado con 9.9% en el grupo de RCP manual (p=0.04).
Además, el registro de la perfusión cerebral, fue más alto en el grupo de RCP manual.
Estos datos sugieren que el uso del DACT empeora los resultados en el paciente.
Ahora bien, un estudio posterior de 1,011 pacientes demostró tendencia a mejorar la supervivencia con el uso del DACT por el SEM, al dar la descarga y mejorar los resultados neurológicos.
Un estudio reciente en el 2012, encontró evidencia insuficiente para apoyar o refutar el uso del DACT en paro cardiaco fuera del hospital, ya que provee más calidad en la compresión pero puede empeorar el resultado neurológico.
En resumen: ¿Vale la pena?
El costo del DACT puede estar por arriba de $10,000 USD por unidad, y los aditamentos desechables (por, ejemplo, correas, ventosas, etc) deben ser comprados por separado.
Un DACT listo para usarse tiene un costo aproximado de $14,000 USD.
El costo es excesivo como para equipar con este dispositivo cada ambulancia del SEM.
Por esta razón el DACT no está disponible para implementarlo de forma general en los cuidados prehospitalarios. Sin embargo, el sistema debe sopesar el costo del DACT contra el tiempo del personal para realizar otras tareas importantes.
Finalmente, dados los pocos casos reportados con resultados positivos, se puede concluir que existe un rol muy importante del DACT pero solo en determinados pacientes.
Nota: Este artículo apareció originalmente en la edición en inglés de la Revista EMS World y fue traducido por un voluntario. Si usted observa algún error o quiere sugerir un cambio, por favor envíenos un correo a editor@emsworld.com.
Técnico en Urgencias Médicas nivel avanzado por parte de la Cruz Roja Mexicana y Médico Cirujano y Homeópata con 18 años de experiencia en el campo de la medicina prehospitalaria en México. Ha laborado en el Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes, Cruz Roja Mexicana Delegación Aguascalientes, Clubes Deportivo Sports World, Centros Ecoclub, Hospital Español, Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México e Instituto Politécnico Nacional. Fundador y presidente de la Asociación Científica de Estudiantes de Medicina de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (ACEMUAA), Voluntario de la Cruz Roja Mexicana, Socio e instructor de la Asociación Mexicana de Medicina de Urgencia (AMMU), Socio de la Academia Mexicana de Medicina Prehospitalaria (AMMP), Fundador y miembro honorario de la Sociedad de Alumnos en Servicios de Medicina Prehospitalaria (SASEMEP), Socio e instructor de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia. (SMME), Director Médico de la Cruz Roja Tlalnepantla, Profesor titular de las asignaturas de atención prehospitalaria y reanimación en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del IPN e instructor de los programas PHTLS, ATT, AMLS, EPC, PEEP, BLS, ACLS, PRN, AVET, AVQ, IAPet y EMPACT.