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Reporte del Viaje: Efecto de la RCP en los Testigos
“Por favor, no mueras”: un estudio teórico fundamentado de la reanimación cardiopulmonar por un espectador.
Publicado en: Circ Cardiovasc Qual Outcomes, 2018 Febrero
Autores: Mausz J, Snobelen P, Tavares W.
Un reciente Reporte del Viaje se discutió la RCP de los espectadores. Éste mes revisamos otro artículo sobre el mismo tema. Normalmente no revisamos dos artículos sobre el mismo tema tan cercanos, pero todos sabemos lo importante que es la RCP para mejorar las posibilidades de supervivencia de un paciente a causa de un paro cardiaco extrahospitalario.
En el Reporte de Viaje de julio discutimos el texto de un documento que evaluaba la calidad de la RCP de los espectadores. Ese estudio utilizó métodos cuantitativos para determinar que los espectadores realizan RCP de alta calidad. Los autores evaluaron con qué frecuencia los espectadores cumplían con las pautas de la AHA en cuanto a velocidad y profundidad. Calcularon porcentajes y valores utilizando las bases de datos. No existió interacción entre el equipo del estudio y los sujetos del estudio.
Este estudio, por el contrario, utiliza métodos cualitativos para evaluar la experiencia de los espectadores que han realizado RCP. No hay información sobre cálculos ni grandes bases de datos que consultar. Más bien, los autores hablaron cara a cara con los espectadores y trataron de entender cómo les afectó esta experiencia.
Parámetros
El autor principal, Justin Mausz y sus co autores realizaron este estudio en Ontario, Canadá. El sistema de SEM que se usó para este estudio recibe alrededor de 112,000 llamadas de emergencia por año, incluyendo aproximadamente 80 paros cardíacos por año donde una víctima colapsa en algún lugar público. Alrededor de la mitad de estos pacientes recibieron RCP por parte de los espectadores. Los autores informaron que, entre 10 y 20 de los casos recibieron una descarga de un DEA por parte de los espectadores. Para los fines de este estudio, un espectador se define como “una persona que descubrió a una víctima de un paro cardíaco y fue testigo de su colapso e intentó intervenir llamando al 9-1-1, realizando RCP y utilizando un DEA”.
Este sistema de SEM, recientemente había implementado un programa para rastrear el uso de los DEA por los espectadores, con el objetivo de proporcionar educación pública y planificación de seguridad, así como brindar apoyo emocional y servicios de referencia a los espectadores. Los paramédicos marcaron ciertos incidentes para darles seguimiento por parte de un especialista en seguridad comunitaria. Luego, los autores del estudio se contactaron con los espectadores para obtener un consentimiento por escrito y realizar entrevistas grabadas y grupos de enfoque. El estudio se realizó del 1 de noviembre de 2015 al 1 de noviembre de 2016.
Los autores disponían de una guía de entrevista que contenía preguntas sobre los retos emocionales, físicos y cognitivos de la experiencia, y sobre aquello que los espectadores habrían cambiado con respecto a su entrenamiento en RCP. Sin embargo, los autores no se apegaban exclusivamente a esta guía. Más bien, describieron sus entrevistas y grupos de enfoque como semi estructurados. Los autores reconocieron que estos eventos pueden haber sido angustiantes y haber priorizado el apoyo emocional sobre preguntas específicas, permitiendo a los participantes describir el evento "con sus propias palabras, a su propio ritmo y de acuerdo con sus propios niveles de comodidad".
El análisis implicaba escuchar las grabaciones y leer las transcripciones varias veces para desarrollar códigos para categorías y temas hasta alcanzar un punto de suficiencia teórica, o "el punto en el que progresivamente se identificaron cada vez menos ideas nuevas durante la recopilación de datos, el equipo de investigación se mostró satisfecho de que se hubieran seguido todas las líneas de investigación pertinentes y de que hubiéramos logrado una descripción rica y profunda del fenómeno".
Resultados
Los autores indicaron que alcanzaron la suficiencia teórica después de revisar seis paros cardíacos fuera del hospital que incluyeron un total de 15 espectadores involucrados (edad promedio de 45.6 años). Cada espectador a quien se le pidió participar lo hizo. Llevaron a cabo una entrevista individual, así mismo se formaron cinco grupos de enfoque de 2 a 7 participantes.
Todos los paros cardiacos ocurrieron en el lugar de trabajo de los espectadores y todas las víctimas, excepto una, fueron compañeros de trabajo. Todos los espectadores recibieron una capacitación previa en RCP, ya sea a través de su trabajo o una clase tradicional, pero ninguno había realizado RCP previamente. De los seis paros cardíacos incluidos en el estudio, cuatro víctimas tuvieron retorno de la circulación espontánea en la escena y tres sobrevivieron.
Los tres puntos en común que surgieron de la entrevista y de los grupos de enfoque fueron: ser llamado a actuar, tomar acción y dar sentido a la experiencia. Con respecto a la primera, los autores señalaron que los participantes indicaron que "ver a una persona colapsar es angustiante". Las cosas que eran particularmente desconcertantes para los participantes eran "cianosis, convulsiones, incontinencia, pérdida de tono muscular, ronquidos y jadeos durante la respiración". También señalaron que la cara, los ojos y la falta de vida de las víctimas eran angustiantes. Los autores señalaron que los participantes experimentaron un estado de pánico y urgencia y se sintieron alentados al saber que alguien tenía que actuar para tratar de salvar la vida de la víctima.
Mientras que todos los participantes superaron las barreras percibidas para tomar acción, una barrera consistente fue el miedo a la responsabilidad o a la sanción. Los participantes no estaban seguros de si tendrían problemas al realizar la RCP con una certificación caducada o si su capacitación no era reciente. Las políticas y procedimientos en el lugar de trabajo también fueron una barrera, un caso resultó en que se llamó a un trabajador fuera de servicio para que se presentara en la oficina y ayudara con la asistencia.
Los autores también indicaron que los participantes a menudo confundieron la cianosis, la emesis y el jadeo con la obstrucción de las vías respiratorias. En un caso, un trabajador retrasó las compresiones torácicas y detuvo la reanimación cardiopulmonar de manera intermitente para dar palmadas en la espalda. El miedo a herir al paciente era un tema común, particularmente cuando los espectadores no recordaban los puntos de referencia anatómica exactos. Además, el caos en la escenas era angustiante, limitando a veces la capacidad de los espectadores para escuchar las instrucciones proporcionadas por su DEA. Una de las afirmaciones más aterradoras indicó que dos espectadores "intentaron cortar una alargada almohadilla de desfibrilación en forma de “S” en dos almohadillas separadas ya que el desfibrilador que habían usado durante su entrenamiento usaba dos almohadillas más pequeñas".
Dar sentido a la experiencia fue un reto para algunos espectadores. Algunos no pudieron conducir a casa después del evento porque temblaban mucho. Algunos temían que no se les permitiera hablar del incidente a otros. Para aquellos casos en los que el paciente murió, los participantes se preguntaron por qué sus esfuerzos "no funcionaron". También es evidente que cada uno reacciona de manera diferente ante estos eventos: Algunos indicaron después de la muerte del paciente que se sentían reconfortados porque habían hecho todo lo posible para ayudar, mientras que otros indicaron que estaban "aturdidos", incapaces de dormir y experimentando síntomas de depresión (aún cuando el paciente había sobrevivido).
La RCP puede ser estresante
Este estudio es una contribución importante a la literatura. Es posible que los instructores de RCP deseen incluir más información sobre cómo pueden presentarse las víctimas de paro cardiaco y abordar por completo los conceptos erróneos con respecto a las barreras percibidas para actuar y el caos que podría estar presente. Además, mientras que otros estudios han sugerido que las luchas psicológicas a largo plazo son raras entre los reanimadores legos, los instructores quizá pudieran querer explicar a aquellos quienes intervienen que pueden tener problemas para lidiar con el evento posteriormente.
Los autores hicieron un trabajo loable explicando las limitaciones de su estudio, que incluyeron un posible sesgo con respecto a la memoria (dificultad para recordar con precisión el evento) y un sesgo de selección (sólo los espectadores referidos por los paramédicos en la escena recibieron seguimiento). Además, debido al pequeño número de participantes, los resultados pueden no ser generalizables. Por último, señalaron que debido a que todas las víctimas, excepto una, eran compañeros laborales del espectador, el grado de estrés pudo haber aumentado.
El estudio cuantitativo de julio sugirió que los espectadores realizan RCP de calidad, y este estudio cualitativo indica que tal vez necesitemos hacer un mejor trabajo al proporcionar información al capacitar al público en RCP. Para los espectadores, proporcionar RCP puede ser un evento extremadamente estresante y único en la vida. Podría ser una buena idea decir "gracias" o "buen trabajo" para hacerles saber que lo que acaban de hacer es importante para ayudar a las posibilidades de supervivencia de la víctima. Unas pocas palabras pueden servir de mucho.
Antonio R. Fernández, PhD, NRP, FAHA, es director de investigación en el EMS Performance Improvement Center y profesor asistente en el Departamento de
Medicina de Emergencias de la Universidad de Carolina del Norte – Chapel Hill.
Traductor
Manuel Adrian Picazzo Silva es instructor de la Escuela de Técnicos en Urgencias Médicas, Proveedor PHTLS, EDAN por parte de Cruz Roja Mexicana en San Luis Potosí y actualmente se encuentra cursando el Diplomado en Aeromedicina y Transporte de Cuidado Crítico.
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