Skip to main content

Advertisement

Advertisement

ADVERTISEMENT

Original Contribution

Dispositivo automático de compresiones torácicas

Philip Chan, MD

Si le gusta este articulo, suscríbase aquí gratis para mucho más contenido entregado directamente a su correo electrónico, incluyendo actualizaciones sobre contenido en la página web de la Revista. Haga clic aquí para la forma de suscripción.

Traducido por Víctor Hugo Pimentel Montejano.

Era una noche típica para Michael Snyder, Jr. con unos amigos en su apartamento, ubicado en un tercer piso. No esperaba lo que pasaría después: él sufriría un paro cardiaco. Cuando sucedió, sus amigos llamaron inmediatamente al 9-1-1. En unos minutos arribaron los paramédicos e iniciaron Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) con las manos lo cual dificulta la extracción de Miguel. Solo con apoyo mecánico se podría mantener la RCP ininterrumpida mientras se movilizaban del tercer piso a la ambulancia.

Afortunadamente el sistema local del SEM tiene la previsión de equipar a todas las unidades prehospitalarias con un dispositivo de compresiones torácicas automático (DACT). Los paramédicos utilizaron este dispositivo y lo transportaron tres pisos hacia abajo por las escaleras. El uso del DACT puede mantener al paciente con vida durante el traslado al hospital. 

La rápida reacción de los paramédicos, la planeación e inversión en tecnología por el sistema SEM y el uso del dispositivo automático, le salvó la vida a Michael, sin ningún déficit neurológico. Pero más allá de este caso aislado, ¿Se puede afirmar que la evidencia demuestra beneficios de éstos dispositivos para víctimas con paro cardiaco a larga scala?¿Vale la pena la inversión?

Dispositivos Automáticos para compresiones torácicas

La calidad de las compresiones cardiacas sigue siendo parte integral de la resucitación en un paciente sin pulso, pero situaciones difíciles pueden interrumpir o comprometer la calidad de estas. Esto se vuelve más relevante en el ámbito prehospitalario, donde el personal es limitado y otros procedimientos críticos, como el manejo de la vía aérea, acceso intravenoso, administración de medicamentos y transporte pueden competir con la calidad de las compresiones. Además, el cansancio físico del proveedor puede ocurrir antes de llegar al hospital.1

En principio, un dispositivo que da compresiones torácicas automáticas reduce las interrupciones, asegura la frecuencia y profundidad apropiada, y deja libre el espacio y al personal para realizar otras tareas. Pero ¿debe ser implementado universalmente? Una serie de preguntas deben ser contestadas antes de llegar a esta conclusión.

¿El DACT es seguro y confiable?

Uno de los problemas con el dispositivo, es que podría causar daño al paciente. Se sabe que la RCP manual genera complicaciones como fractura de costillas y neumotórax, pero no hay estudios que comparen la incidencia de estas complicaciones entre la RCP manual y la automática. Sin embargo, los sobrevivientes al paro cardiaco testifican que prefieren sobrevivir con una costilla rota, que morir sin lesiones. Adicionalmente, el DACT no está disponible para los pacientes con obesidad mórbida, debido a la amplitud de la circunferencia del tórax. Aunque los dispositivos estén clasificados por peso, los proveedores deben estar capacitados para entender los usos y limitaciones de los dispositivos antes de implementarlos. La confiabilidad es integral en la implementación del DACT, se reportó un caso donde el DACT fue colocado en un paciente con hipotermia por ahogamiento por 5 horas y 20 minutos permitiendo la iniciación del bypass cardiopulmonar.2

¿Cuándo debe ser usado el DACT?

Otra ventaja clara del uso de DACT es proporcionar períodos prolongados de compresiones cardiacas efectivas, sin la fatiga del proveedor y así liberarlo para realizar otras tareas importantes. Con el uso del DACT, las compresiones no se detienen cuando el paciente es transportado en camilla, dentro de la ambulancia o al llegar al hospital. Un caso de estudio del 2011 documento un paciente con sospecha de hemorragia esplénica que fue inmediatamente al quirófano, donde cayó en paro. Ahí le fue colocado un DACT por 40 minutos antes del ROSC (Retorno Espontáneo de la Circulación, por sus siglas en inglés), el cual permitió controlar el sangrado con una esplenectomía y su recuperación sin déficit neurológico.3

El DACT, además de mantener la circulación en pacientes sin pulso por periodos extensos durante el traslado prehospitalario, al ser integrado en la comunidad del SEM y en la cadena de supervivencia, liberará a los paramédicos para realizar otros procedimientos críticos, lo cual es sin duda benéfico. nuevas evidencias sugieren, que al proporcionar compresiones torácicas al paciente en una inclinación de 30 grados, puede mejorar los resultados (ver mas informacion en emsworld.com/12088616). Esto solo se puede lograr efectivamente con el dispositivo automático en una camilla que permita el movimiento en diferentes grados de elevación.

¿El DACT impide la resucitación mientras se coloca o al estar en uso?

Instalar un DACT en un paciente invariablemente provoca una pausa en las compresiones torácicas manuales, pero en realidad este tiempo es mínimo, especialmente si es colocado por proveedores entrenados para instalarlo e integrarlo en la resucitación con un rápido trabajo en equipo. Un estudio observó que al usar un dispositivo de banda elástica, los proveedores pueden colocarlo en menos de 60 segundos.4

Una vez el dispositivo es colocado, el paramédico tiene el espacio libre para atender otras tareas importantes, como la intubación, donde el tiempo utilizado fue menos de 10 segundos.5 Intervenciones coronarias percutáneas, se pueden realizar cuando se coloca el DACT, como lo demostró en el 2014, el diario de Medicina en Emergencias. Ahí se reportó un paciente que obtuvo retorno de la circulación espontánea después del procedimiento.6 Con la evolución continua de nuevos dispositivos, análisis de ritmo y desfibrilación, será posible en un futuro aumentar la eficacia de la resucitación.

¿El DACT mejora los resultados del paciente?

Actualmente no hay muchos datos que apoyen que el uso del DACT aumente el ROSC en los pacientes con paro cardiaco prehospitalario. Esto a pesar de que el DACT ha mostrado un incremento en la presión sistólica y diastólica en los pacientes, comparado con las compresiones  torácicas manuales.1

Un estudio aleatorio de 767 pacientes demostró que el uso del DACT retraso dos minutos la desfibrilación, y que la supervivencia en el grupo del DACT fue de 5.8%, comparado con 9.9% en el grupo de RCP manual (p=0.04).

Adicionalmente, el registro de la perfusión cerebral, fue más alto en el grupo de RCP manual. Estos datos sugieren que el uso del DACT empeora los resultados en el paciente.7

Ahora bien, un estudio posterior de 1,011 pacientes demostró, que en el ámbito de emergencias, la implementación del DACT tiende a  mejorar la supervivencia y los resultados neurológicos.8 Un estudio reciente en el 2012, encontró evidencia insuficiente para apoyar o refutar el uso del DACT en paro cardiaco fuera del hospital, y si bien el DACT provee consistencia en las compresiones, puede empeorar el resultado neurológico.9 

En resumen: Calculemos el costo

El costo del DACT puede estar por arriba de $10,000 USD por unidad, y los elementos desechables (correas, ventosas, etc) deben ser comprados por separado. Se encontró un DACT con un costo aproximado de $14,000 USD.10

El costo es excesivo como para equipar con este dispositivo cada ambulancia del SEM. Sin embargo, el sistema debe sopesar el costo del DACT contra el tiempo del personal para realizar otras tareas importantes. Finalmente, dados los pocos casos reportados con resultados positivos, se puede concluir que existe un rol muy importante del DACT pero solo en determinados pacientes.

Referencias

1. Duchateau FX, Gueye P, Curac S, et al. Effect of the AutoPulse automated band chest compression device on hemodynamics in out-of-hospital cardiac arrest resuscitation. Intensive Care Med, 2010 Jul; 36(7): 1,256–60.

2. Michalski T, Gottardi R, Dunser MW. Extensive soft tissue trauma due to prolonged cardiopulmonary resuscitation using an automated chest compression (ACC) device. Emerg Med J, 2014 May; 31(5): 431.

3. Dumans-Nizard V, Fischler M. Intraoperative use of an automated chest compression device. Anesthsiology, 2011 May; 114(5): 1,253–5.

4. Ong ME, Annathurai A, Shahidah A, et al. Cardiopulmonary resuscitation interruptions with use of a load-distributing band device during emergency department cardiac arrest. Ann Emerg Med, 2010 Sep; 56(3): 233–41.

5. Agostinucci JM, Catineau J, Jabre P, et al. Impact of the use of an automated chest-compression device on airway management during out-of-hospital cardiopulmonary resuscitation: the PLAINT study. Resuscitation, 2011 Oct; 82(10): 1,328–31.

6. Forti A, Zilio G, Zanatta P, et al. Full recovery after prolonged cardiac arrest and resuscitation with mechanical chest compression device during helicopter transportation and percutaneous coronary intervention. J Emerg Med, 2014 Dec; 47(6): 632–4.

7. Hallstrom A, Rea TD, Sayre MR, et al. Manual chest compression vs use of an automated chest compression device during resuscitation following out-of-hospital cardiac arrest: a randomized trial. JAMA, 2006 Jun 14; 295(22): 2,620–8.

8. Hock Ong ME, Fook-Chong S, Annathurai A, et al. Improved neurologically intact survival with the use of an automated, load-distributing band chest compression device for cardiac arrest presenting to the emergency department. Crit Care, 2012 Aug 3; 16(4): R144.

9. Ong ME, Mackey KE, Zhang ZC, et al. Mechanical CPR devices compared to manual CPR during out-of-hospital cardiac arrest and ambulance transport: a systematic review. Scand J Trauma Resusc Emerg Med, 2012 Jun 18; 20: 39.

10. Medical Device Depot. LUCAS 2 Chest Compression System, https://www.medicaldevicedepot.com/LUCAS-2-Chest-Compression-System-p/99576-000011.htm.

Nota: Este artículo apareció originalmente en la edición en inglés de la Revista EMS World y fue traducido por un voluntario. Si usted observa algún error o quiere sugerir un cambio, por favor envíenos un correo a editor@emsworld.com.

Técnico en Urgencias Médicas nivel avanzado por parte de la Cruz Roja Mexicana y Médico Cirujano y Homeópata con 18 años de experiencia en el campo de la medicina prehospitalaria en México. Ha laborado en el Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes, Cruz Roja Mexicana Delegación Aguascalientes, Clubes Deportivo Sports World, Centros Ecoclub, Hospital Español, Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México e Instituto Politécnico Nacional. Fundador y presidente de la Asociación Científica de Estudiantes de Medicina de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (ACEMUAA), Voluntario de la Cruz Roja Mexicana, Socio e instructor de la Asociación Mexicana de Medicina de Urgencia (AMMU), Socio de la Academia Mexicana de Medicina Prehospitalaria (AMMP), Fundador y miembro honorario de la Sociedad de Alumnos en Servicios de Medicina Prehospitalaria (SASEMEP), Socio e instructor de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia. (SMME), Director Médico de la Cruz Roja Tlalnepantla, Profesor titular de las asignaturas de atención prehospitalaria y reanimación en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del IPN e instructor de los programas PHTLS, ATT, AMLS, EPC, PEEP, BLS, ACLS, PRN, AVET, AVQ, IAPet y EMPACT.

 

Advertisement