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Paramédicos creen que las muertes por COVID-19 podrían estar sub reportadas en México
Los investigadores que revisaron los registros de la respuesta a emergencias en Tijuana han descubierto que decenas de posibles muertes por coronavirus que nunca llegaron a las cifras oficiales.
Durante cuatro semanas entre abril y mayo, los paramédicos encontraron a 329 personas que murieron dentro de sus hogares o en la ambulancia, más del doble de lo que se esperaría según los datos de los últimos años.
Durante el mismo período en Tijuana el gobierno mexicano reportó de manera oficial únicamente ocho muertes por COVID-19 que ocurrieron de manera extrahospitalaria.
El estudio, que fue realizado por investigadores de la UCLA, la Cruz Roja Mexicana y varias instituciones más (que aún no ha sido revisado por pares) sugiere que el país puede estar perdiendo un gran número de víctimas por coronavirus en sus conteos oficiales.
La mayoría de muertes por COVID-19 contabilizadas por los funcionarios ocurren dentro de los hospitales, mientras que, muchas personas que mueren en sus hogares son enterradas sin que se les practique la prueba de la enfermedad.
La cuestión sobre el número de personas que están muriendo de COVID-19 en México ha provocado un acalorado debate, y los críticos del gobierno se quejan de que el país carece de una imagen clara de la creciente crisis.
En algunas partes del país, los hospitales están llegando a su máxima capacidad y las funerarias luchan por seguir el paso, evidencia anecdótica que sugiere que la cifra oficial de 6,510 muertes confirmadas (al 23 de mayo) es demasiado baja.
Las autoridades gubernamentales han reconocido que algunas muertes no son contabilizadas porque no han sido confirmadas mediante pruebas, pero que han sido escasas.
En otros países, los investigadores han estimado la cifra real observando muertes de todo tipo durante la pandemia y comparando las cifras con los totales durante los mismos meses de años anteriores.
En México, este enfoque no ha sido posible, ya que la publicación de datos sobre muertes en el país tiene un retraso de dos años.
Los autores del nuevo estudio se dieron cuenta de que había otra fuente de datos que podría comenzar a ayudarlos a responder preguntas clave.
En Tijuana, La Cruz Roja Mexicana, que maneja el 99% de las llamadas de emergencia de 1.8 millones de habitantes en la ciudad industrial fronteriza, mantiene registros detallados de sus actividades.
A mediados de abril, se observó un aumento en la cantidad de personas que habían muerto en sus hogares, según la Dra. Eva Tovar Hirashima, director médico del equipo de paramédicos de la organización.
Los rescatistas también notaron un aumento en pacientes con síntomas respiratorios y con niveles muy bajos de oxígeno, nos dijo.
Los investigadores comenzaron a analizar los datos del 911, basando su metodología en un estudio académico realizado en la región de Lombardía, Italia durante el brote de coronavirus allá. Ese informe encontró que las muertes dentro del hogar habían aumentado en un 58% durante el pico de la epidemia.
En Tijuana, los investigadores observaron las muertes dentro del hogar y en ambulancia entre el 14 de abril y el 11 de mayo y luego las compararon con los cinco años anteriores.
Excluyendo las muertes que ocurrieron por accidentes, homicidios u otras formas de trauma, el promedio de los últimos años fue de 135, es decir 95 menos que en 2020.
Cuando los investigadores examinaron los datos de los meses de enero y febrero, no encontraron diferencias significativas entre 2020 y años anteriores.
Al colocar en un mapa las ubicaciones dónde ocurrían la mayoría de las muertes dentro del hogar, los investigadores descubrieron que las tasas más altas de personas que morían en sus hogares se encontraban en los vecindarios más pobres de la ciudad.
Los autores del estudio compartieron sus datos con funcionarios de salud de Baja California, quienes respondieron abriendo una nueva clínica en Mariano Matamoros, un vecindario al extremo este de la ciudad donde se vio el mayor aumento de muertes en comparación con años anteriores. Los médicos de atención primaria en la clínica han recibido instrucciones de vigilar estrechamente los niveles de oxígeno en la sangre, que es un indicador importante en la enfermedad COVID-19.
No está claro hasta qué punto pueden aplicarse los resultados del estudio en Tijuana al resto de México.
Los datos analizados por el diario Los Angeles Times demostraron que el 10% de las muertes confirmadas por COVID-19 en el país ocurrieron fuera de un hospital. En Tijuana esa cifra fue de tan solo el 3%, es decir 8 de cada 262 muertes confirmadas oficialmente, durante el período del estudio.
Aún así, Joseph Friedman, estudiante de medicina de la UCLA que trabajó en el informe, dijo que espera que el modelo se expanda a todo México y a otros países con bajos niveles de pruebas y una deficiente recopilación de datos.
"No hay grandes datos sobre mortalidad para América Latina, pero todo tipo de ciudades podrían estar haciendo este análisis. Esto es algo que podría hacerse con los datos del SEM en cualquier lugar donde se cuente con archivos electrónicos" nos dijo.
El epidemiólogo Brandon Brown de la University of California, Riverside que no participó en el estudio, dijo que rastrear las llamadas de emergencia es una de las mejores técnicas disponibles.
"Con la falta de datos de vigilancia confiables de muertes por COVID-19 en muchos lugares del mundo, estimar la mortalidad con los datos del SEM puede ser el mejor indicador que tenemos en este momento para el exceso de muertes causadas por la pandemia", nos dijo.
Tovar dijo que México necesita información rápida sobre las cifras reales de COVID-19 para ayudar a los funcionarios a tomar decisiones sobre las medidas de distanciamiento social y la mejor manera de desplegar médicos y enfermeras.
"En un país con un sistema de salud tan frágil, hay que conocer las muertes generales", nos dijo.
El estudio no trata de determinar las causas de las muertes adicionales. Pero los datos de la Cruz Roja dejaron en claro que Tijuana está en medio de la pandemia.
Durante el período de estudio, los paramédicos respondieron a 321 llamadas de pacientes con síntomas respiratorios, en comparación con los 86 que se esperarían según los datos de años anteriores. Los niveles de oxígeno en sangre para esos pacientes promediaron un 78% este año, mucho peor que el promedio de 2019 del 90%.
Muchos de los esfuerzos para rastrear las muertes por COVID-19 en México han sido anecdóticos y se han basado en la revisión de certificados de defunción.
Esta misma semana, un grupo anticorrupción sin fines de lucro dijo que encontró 4,577 casos en la Ciudad de México en los que los certificados de defunción vincularon el coronavirus con los fallecimientos entre el 18 de marzo y el 12 de mayo. El análisis contabilizó casos en los que la enfermedad no se confirmó pero sí se describió como probable o como causa probable.
El número oficial de muertes confirmadas y sospechosas de COVID-19 en la Ciudad de México durante ese período fue de 1,060, menos de la cuarta parte de los casos citados en el informe.
El debate sobre los datos se produce debido a que el gobierno comienza una reapertura gradual de la economía.
A partir de esta semana, los municipios donde no se han confirmado casos de coronavirus o han sido pocos, pueden reanudar el comercio, las escuelas y otras actividades. Y varias industrias importantes que se han declarado esenciales, incluidas la fabricación de automóviles y la minería, han recibido luz verde para reabrir.
Juan Carlos Méndez, jefe del SEM de la Cruz Roja en Tijuana, dijo que sus equipos han respondido a menos pacientes que murieron en sus hogares durante la última semana en comparación con las semanas incluidas en el estudio.
Pero eso no significa que los residentes deban ignorar las medidas de distanciamiento social. "No podemos bajar la guardia" nos dijo.
Source: Los Angeles Times
Traductor
Cristian Román Cabrera
Cristian es paramédico y rescatista en la Subdirección de Urgencias del Estado de México, voluntario de la Cruz Roja Mexicana y del Heroico Cuerpo de Bomberos en la ciudad de Toluca. Es autor del libro “Guía de referencia del paramédico”. Conferencista internacional y editor asociado en EMS WORLD.
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