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Historias de las calles: parte de algo muy especial
Recientemente, un martes por la noche, participé en un turno de ambulancia en una de las unidades móviles de cuidados intensivos de United Hatzalah en Tel Aviv. Además de ser TEM voluntario, soy un estudiante de medicina y, en verdad, debí haber estado estudiando para mi examen final de química orgánica. Pero participar como TEM en una ambulancia de cuidados intensivos es algo que me encanta hacer; He sido un TEM voluntario durante seis años y he estado en ambulancias de cuidados intensivos en cuatro de ellos. Descubrí que estar en campo me da una renovada energía para mis estudios, me recuerda por qué elegí estudiar medicina en primer lugar.
Durante el turno tuvimos una llamada de RCP. Estuve con un excelente equipo de respondedores que incluía a Yagel Bar Kama, conductor de ambulancia en su primera vez en la unidad de cuidados intensivos, pero un experimentado TEM y una persona maravillosa en todos los aspectos; el paramédico Yoni Rosenfeld, que siempre está listo para enseñar e instruir a otros y es increíblemente generoso y servicial; y el Dr. Oren Sagiv, de quien simplemente no puedo decir suficientes cosas buenas. Su profesionalismo y paciencia no conocen límites. Su estilo de cabecera es insuperable, y es realmente un placer aprender de él. A pesar de mis años de experiencia, descubrí que con este increíble equipo, todavía hay mucho por aprender en el campo sobre la atención al paciente.
En tan solo un par de horas del turno, recibimos una alerta de despacho de emergencia sobre una persona inconsciente. Nos dirigimos al lugar y llegamos en menos de tres minutos. El hombre estaba en su apartamento, ubicado en el cuarto piso. Cuando entramos, encontramos al hombre tirado en el suelo. Estaba consciente, le hicimos un historial verbal y respondió nuestras preguntas. Súbitamente cayó en inconsciencia. Lo conectamos a un monitor cardíaco y vimos que su pulso había bajado a unos 20. Su presión arterial era inaudible. Comenzamos el tratamiento y le colocamos el desfibrilador. Abrimos una vía intravenosa, administramos medicamentos y asistimos su respiración.
Cuando realizamos las compresiones, seguía perdiendo el pulso una y otra vez, regresaba solo para desaparecer nuevamente. En un momento, después de que el hombre perdió el pulso, comencé otro ciclo de compresiones, cuando el paciente de repente abrió los ojos, me miró y quitó mis manos de su pecho. Luego volvió a perder el conocimiento, esta vez por más tiempo. Me impresionó lo mucho que todos los respondedores lucharon por la vida de este hombre. Había vómito por todos lados y ni una sola persona se detuvo ni por un minuto. Según la lectura que hicimos del monitor, el hombre sufrió un infarto de miocardio ventricular inferior. Otra ambulancia llegó y su equipo de paramédicos conectó al paciente un sistema LUCAS de compresión torácica, que comenzó a administrar compresiones automáticamente. Después de intubar y estabilizar al paciente, decidimos llevarlo abajo, a la ambulancia; no fue algo sencillo, ya que el hueco de la escalera era demasiado estrecho para bajar por ahí la camilla. Tuvimos que ponerlo en posición sentada dentro del ascensor, mientras recibía compresiones de la máquina.
Como yo era la persona físicamente más pequeña entre el personal de ambas ambulancias en el lugar, mi trabajo fue ir con él en el ascensor y asegurarme de que la máquina se mantuviera sobre el objetivo y siguiera administrando las compresiones correctamente durante el descenso. Eso fue algo bastante fuera del protocolo, algo que sucede, quizás, una vez en una década en algún lugar del planeta. Por loca que fuera esa decisión, todos en la habitación volverían a hacer lo mismo si eso significa darle al hombre la oportunidad de vivir.
Cuando bajamos las escaleras, regresamos la silla a camilla de nuevo y llevamos al paciente a la ambulancia que lo esperaba. De camino al centro de trauma, Sagiv tuvo que administrar, en numerosas ocasiones, adrenalina al paciente para mantenerlo con vida. Cuando llegamos al Hospital de Ichilov, transferimos al paciente al centro de trauma y procedimos a desinfectar y reabastecer la ambulancia.
Continuamos con el turno y respondimos a otras llamadas, pero para mí, esa fue probablemente, la llamada más dramática y una de las emergencias más extrañas a las que he respondido. El hombre al que tratamos, regresó a la vida esa noche. A la mañana siguiente hice mi examen, que afortunadamente, y a pesar del cansancio, aprobé. El jueves fui con Sagiv al hospital para visitar al hombre. Su esposa estaba encantada de vernos y no dejaba de agradecernos una y otra vez por salvar a su marido. El hombre nos dijo que se estaba recuperando bien y que la única molestia que aún tenía, era el dolor persistente en el pecho debido a la máquina LUCAS. ¡Que todos nuestros pacientes de RCP terminen de esta manera!
Aprender medicina durante la era COVID-19 puede ser muy frustrante, ya que ahora todo el aprendizaje se realiza de forma remota. He escuchado de muchos de mis compañeros de estudio lo frustrados y confundidos que están por la forma en que se enseñan las asignaturas y la falta de aplicación práctica. Algunos de ellos tienen incluso, una sensación de impotencia ahora que es la temporada de los exámenes, porque se sienten mal preparados para el plan de estudios. Esta emergencia me centró y me recordó muy claramente por qué elegí estudiar medicina en primer lugar. Presencié a un médico que llegó a un lugar, que le arrojó toda una serie de complicaciones, y se mantuvo tranquilo, sereno, profesional y ni por un segundo dejó que el escenario lo distrajera de su misión. Simplemente se negó a darse por vencido. Me sentí parte de algo muy especial esa noche.
Ravit Staub es estudiante de medicina y respondedor voluntario de United Hatzalah en Israel.
Traductor
Cristian Román Cabrera
Cristian es paramédico y rescatista en la Subdirección de Urgencias del Estado de México, voluntario de la Cruz Roja Mexicana y del Heroico Cuerpo de Bomberos en la ciudad de Toluca. Es autor del libro “Guía de referencia del paramédico”. Conferencista internacional y editor asociado en EMS WORLD.
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